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miércoles, 9 de diciembre de 2009

África y el peligro

Pensaba pasar un tiempo sin escribir para mantener en primera página el post de la foto del concurso, pero cuando hay que postear hay que postear, una se debe a sus principios :D

Recibía el lunes (aunque lo leí hoy) un email de un amigo de ésos locos que conocí en Dakar y del que hacía ya mucho tiempo que no sabía anda. David, un tipo peculiar. Cuando le conocí era voluntario en alguna ONG, ni siquiera estoy segura de cuál, ni en qué consistía su función. Al poco tiempo se fue de Dakar y tampoco recuerdo si me enteré a dónde iba o qué iba a hacer. Pero periódicamente recibía en el email sus powerpoints de "Colores Africanos", y me alegraba. Y en algún momento de la historia, dejé de recibirlos, supongo que porque allá donde estuviese no disponía de una conexión a Internet en condiciones.

El lunes recibí un nuevo correo suyo. Y como me ha gustado, y este blog es mio y me lo ***** cuando quiero, os lo transcribo letrita por letrita. Espero que a él no le importe, yo por mi parte doy fe de que lo que dice es cierto.


¡Hola familia¡ ¡¿Cómo vamos?!

Desde hace unos días dispongo de internet a bordo y poco a poco intento irme poniendo al día. Sé que tengo muchos mensajes pendientes de responder, pero ¡tiempo al tiempo!

Especialmente estos días que el mundo de la cooperación estamos sufriendo un choque con el secuestro en Mauritania creo que todavía tiene más sentido volver a enviar flashes de la vida africana y seguir mostrando África desde dentro, la de la alegría, la de los colores y la diversidad; ¡el África del día a día! (El blog que va adjunto a los flashes no estará límpio ni actualizado hasta dentro de algunas semanas más, ¡lo siento!).

Creo que no tenemos que anclarnos en hechos de gran repercusión mediática y tenemos que saber leer el todo, que un pequeño grupo de personas pongan palos en las ruedas no es extrapolable a que pase cada día ni que toda la población local sea igual (¡si es que son de allí!) ¡¡¡NO!!! Que Al-Qaeda hiciera una gran matanza en Nueva York o Madrid no significa que la gente norte-americana y española sean terroristas, ¡por favor! Tanto Mauritania como Mali (tan citadas estos últimos días) son dos repúblicas donde cualquier persona extranjera se va a encontrar sorprendentemente bien acogida. ¡Os lo aseguro!

Que las hojas no nos oculten el baobab, ¡por favor! Primero conocer, con respeto, después ya podremos montarnos nuestra película. ¡Que no vaya la peli antes que la realidad!

Siento el sermón pero veo que los medios de comunicación día a día hunden más un continente que desde las altas esferas ya se encargan de empujarlo incansablemente hacia el abismo. Es injusto y no estoy de acuerdo. ¡Esta es otra pequeña manera que tengo de protestar! ¡Gracias!

¡Hasta pronto!

David


Pues eso: que tiene más razón que un santo. Yo personalmente aprovecho aquí para decir una cosa: pocas cosas hay que me dén más "coraje" que que allá donde vaya me pregunten "¿y no tenías miedo en Dakar?". PUES NO, amigos, NO, no tenía miedo en Dakar. Os aseguro que es, de las ciudades en las que he estado, de las que más segura me he sentido. Lo digo en serio, puede que los senegaleses se pongan pesaditos a veces pidiéndote o intentando venderte algo, o intentando llevarte en taxi, o lo que sea... puede que sea algo "cansado" para una mujer blanca soltera vivir en una ciudad como Dakar, y es cierto que resulta complicado poder "confiar" en alguien de verdad. Pero es una ciudad en la que, salvo que te vayas por donde no debes (como cualquier capital de País o ciudad grande en general), puedes estar tranquilo. Si necesitas ayuda de cualquier tipo la vas a tener (cosa que no puedes esperar ya en casi ninguna ciudad europea, ni aunque no sea tan grande). Si te tropiezas y te caes en la calle, alguien te ayudará a levantarte; si te ven perdida, te ofrecerán ayuda... tengo ejemplos de estas situaciones a cientos. También es verdad que hay muchos intentos de "timos", también tengo ejemplos a cientos, pero suelen ser tan inocentes que hacen hasta gracia. El caso es que es cierto que agobia un poco en el momento en que te bajas del avión y te encuentras toda la marabunta en el aeropuerto, de gente que te quiere cambiar dinero, llevarte la maleta, llevarte en taxi... es que es "distinto" y lo "desconocico" es normal que dé miedo, pero tras un año vivido allí hago reflexión y concluyo que no está bien que una de las cosas que más resalte la guía Lonely Planet sea que tengas que tener cuidado con la cartera en la zona de Plaza de la Independencia, cuidado con los timos en los mercados, y cuidado con todo... Más bien, si vas a Dakar, ¡relájate y disfruta! cosas malas te pueden suceder en cualquier parte, y me atrevo a decir que en Dakar (y en Senegal en general, del resto de África si que no digo nada por desconocimiento) no sólo no tienes más probabilidades de que te ocurra "algo" que en cualquier otro lugar del mundo, sino que las probabilidades de que ese "algo" que te ocurra sea "grave" son seguramente menores en cualquier ciudad del llamado "primer mundo".

En fin, no me enrollo más, creo que el mensaje está ya bastante claro... podéis ir en paz...


Este es el blog de David, pasaos a ver las fotos :D
http://colors-africans.blogspot.com/

viernes, 4 de septiembre de 2009

Rap del Talibe y otras canciones por los derechos de los niños de Senegal


Ayer recogiendo en casa encontre un CD que me regaló cuando estaba con el lumbago un amigo que era becario en la embajada. Un disco titulado Tundu Joor, que tuve en el coche un tiempo desde que volví a España. Es un disco solidario, se hizo para recaudar fondos y denunciar varios problemas sociales de Senegal, especialmente de los niños. Y está también cantado principalmente por niños.

Uno una de las canciones habla de los niños Talibes, que son enviados a las escuelas coránicas y son obligados por el Marabut de turno a mendigar. Las familias lo saben, pero por lo menos, piensan, aprenden a leer, y en casa tampoco tienen para darles de comer. Además, en Senegal, la mendicidad es delito, pero pedir limosna por motivos religiosos no lo es... no comment...

Hoy he encontrado en internet el videoclip de esta canción sobre estos niños:



Y también he encontrado esta página, en la que habla del proyecto, del disco en sí, y desde la que se pueden escuchar o descargar LEGALMENTE en mp3 todas las canciones. ¡Disfrútenlo!

miércoles, 1 de julio de 2009

Anécdotas en Dakar II: Mujeres y hombres y viceversa

Ya que parece que tiene éxito esto de contar en retrospectiva las cosas más "así" que me pasaron por las Áfricas, hoy hago memoria del éxito incomprensible que tenía entre los senegaleses. Habida cuenta de que en la patria chica no me como un colín, hay dos opciones:

A. Que para ellos soy exótica
B. Los papeles

Igual es que ando acomplejada, pero qué quereis que os diga, estoy convencida de que la correcta es la B. Y entre eso (lo de pensar que sólo les interesaba por el interés, valga la redundancia) y que ni media intención que tenía de liarme (y mucho menos casarme) con un senegalés, me harté a dar calabazas todo el año. Eso sí, mi ego regresó a España de muy buen ver. Que aunque no te creas nada, si mucho te tiran los tejos, algo queda.

Pero bueno, de todo esto, lo más "así" es darte cuenta de lo diferentes que son las culturas. La siguiente conversación (con sus variantes), la debí de tener como mil veces, así exagerando un poco:

Senegalés: "¿Dónde está tu marido?" (dando por sentado que existe, ojo)
Pepa: "No, no tengo marido"
Senegalés muy sorprendido: "¿¿¿Por qué???"
Pepa: O_o

O sea, ¿cómo que por qué? Que no les cabía en la cabeza que una mujer estuviese soltera así porque sí. De esa conversación acababa "siempre" surgiendo, de un modo u otro un "¿quieres uno senegalés?", con mirada pícara para que te dieras cuenta de que tenías un candidato enfrente. Contestar a eso que no, solia llevarte por terrenos cenagosos en los que no entendías por qué tenías que explicar según qué cosas. Así que intentabas meter variaciones en la conversación, decir que tu marido estaba en España, por ejemplo. Aunque raras veces era óbice para un intento de tirada de tejos.

Quien me oiga se creerá que me lo tengo muy creído... pero no, ¿eh? de verdad, creídos ellos, que no entendían que les estuviese dando calabazas una mujer blanca. Bueno, en esta última frase igual sobra lo de "blanca", no sé, la verdad. En Senegal el tema este de la igualdad de sexos está en pañales todavía, y supongo que los hombres estarán poco acostumbrados a las negativas por parte de las mujeres, que son en su mayoría educadas en la idea que su finalidad en la vida es casarse.

Hablando de igualdad de sexos, y así sobre la marcha, me estoy acordando de una conversación con un taxi-man (esos grandes filósofos vayas donde vayas):

Taxi-man: "Y de dónde eres"
Pepa: "De España"
Taxi-man: "Ay, qué bien, España, yo estuve allí un tiempo... hay muchas mujeres, en España"
Pepa: "Bueno, yo creo que habrá las mismas, lo que pasa es que se las ve"
Taxi-man: O_o

La verdad es que a primera vista, un senegalés que llega a Europa tiene que fliparlo un poco, porque por aquí si que es verdad que hay mujeres por todas partes... al menos en comparación. Para mi era chocante no ver ninguna, para ellos será al contrario, claro.

Y bueno, todo esto era para llegar al caso que sigue: en contra de todo pronóstico, llegué a tener un amigo senegalés que no parecía demasiado interesado en casarse conmigo (o que era más listo que el resto y se dio cuenta que con el abordaje frontal no había caso). Es verdad que al principio de conocernos también había tenido que darle nones, pero luego parecía que lo había asumido. A veces venía a hacerme una visitilla por casa, se sentaba, hablabamos un rato, y se iba. Me caía bien, un poco demasiado "beato" (musulmán, claro), pero muy majo. Un día me gustó mucho que me dijera que estaba encantado porque nunca antes en la vida había tenido una amiga mujer, (en el sentido de amistad casta y pura como la que pueden tener dos hombres), que le gustaba eso, que era como su hermana, o incluso hermano. Y asi estaban las cosas. Hasta que faltaban pocos dias para mi regreso a España. Entonces viene un dia a casa, al final del día como de costumbre, y me salta con que se ha dado cuenta de que quiere algo más, que será al hacerse cargo de que me voy o algo, pero que le gusto mucho. Que si se puede quedar a dormir. Así sin más. Yo la verdad es que por dentro flipaba, pero más flipo ahora con la sangre fría que tuve, porque ni se me levantó una ceja. Fui de lo más civilizada y comprensiva: "pero yo no siento lo mismo", "yo lo siento, pero no quiero", y demás variantes de lo mismo. Ésto, en mi casa, que básicamente era mi habitación, o sea, sentados en una cama los dos. Él un negrazo enorme. Menos mal que era un tío civilizado y educado. Pero le costaba entender una negativa. Venga preguntar por qué no. "Pues no sé por qué, pero no, eres amigo y no más". Me llegó incluso a decir que no tenía que tener miedo de él, que si no quería nada, que se daba por contento si podia quedarse a dormir abrazados. Qué bonito, ¿verdad? qué lástima que no me hacia nada de gracia la idea, con la persona adecuada podría ser una idea estupenda. Recuerdo que me dijo que su mujer no estaba en casa, que había ido a casa de la madre, y que para ir a dormir a la casa vacía no le merecía la pena gastar el dinero del autobús. Le ofrecí, como amiga, dormir en "la otra cama" (tenía dos). Pero no quiso, desistió y se acabó marchando todo triste (aparentemente), aunque no enfadado. Honestamente, me dio un poco de pena, pero jo, no podía ser, no me apetecía nada de nada. Y debe de ser que no sé contar muy bien las cosas, porque deberíais estar flipando un poco, como lo estaba yo en el momento, pero me da que no va a ser así, no me ha quedado la historia muy impresionante... Es lo que hay. A ver si la próxima os impacta más (que ya se me ocurrirá algo). Ea.

martes, 9 de junio de 2009

Anécdotas en Dakar I: ¿Parezco un tío?

Pues nada, por petición de una lectora con blog, os cuento una anécdota muy graciosa que me pasó por aquellas tierriñas de Dios llamadas Dakar.

La historia tampoco es para tanto, pero a ver si la cuento con estilo.

Resulta que un día iba yo con la Macu (creo recordar) y nos subimos a un Car Rapide, que es un transporte público del que ya he hablado con anterioridad.

He de decir que llevaba yo unas pintas que la verdad es que me lo iba buscando un poco. Lástima de foto. Aparte del pelo corto y probablemente despeinado (no lo recuerdo, pero me apostaría euros de chocolate contra billetes de 500 a que así era), camiseta sin mangas tipo tío, bermudas negras multibolsillos, y en los pies no recuerdo si chanclas o tenis, pero vaya, todo muy femenino. Total que subimos corriendo, pescando la furgo al vuelo, como es costumbre y entramos riendo y saludando con todo nuestro amor y alegría :D (qué poética, ¿verdad?).

Y entonces ocurrió.

Un tipo flaco y de edad incalculable, como suele pasar con los africanos, pero que podríamos describir como "mayor", se dirigió a mí directamente... en wolof. Se me queda esta cara o_O, y sin perder la sonrisa le digo "tutti wolof rek", que significa "poco wolof solamente", y es una forma macarrónica de decirle a alguien que habla sólo wolof que no le entiendes. Arrecian las risas a mi alrededor, no entiendo nada, y el hombre me sigue hablando en wolof, que no entiendo una palabra, y no logro discernir si es de buen rollo o me está echando la bronca. Se mete en la conversación otro, algo más joven pero tampoco ningún chico, y muy bien vestido, de traje a lo occidental. Le echa una peta que no veas al primero. Discuten hasta que el primero que había hablado se baja, por suerte fue pronto, y quiero pensar que es que llegó a su destino. El bien vestido me dice en francés que no haga caso. Le noto de muy buen rollo conmigo, pero yo no entiendo nada y se lo digo. Me explica, con mucho desdén hacia el que se ha bajado, que éste se estaba metiendo conmigo, que me preguntaba si era una mujer o un hombre, que qué pintas eran esas para salir a la calle, etc, etc. Yo flipo, pero sobre todo me mola el hombre que me está hablando, está encendidísimo, indignado, dice que "quién va a pensar que soy un tío, hay que estar loco", y que "por esas mentes retrógradas se tiene la imagen de África que se tiene fuera", y que "no piense que todos son así", y más cosas; un buen rato de miting progre me estuvo dando el tío.

Sin salir de mi asombro, le doy las gracias por defenderme, le digo que no se preocupe, que ya sé que hay mucha gente de mente abierta, que tengo amigos, que tal y que Pascual... Y nos bajamos del Car Rapid con cara de póker. Hay que ver las cosas que pasan cuando sales de casa...





Me ha molado esto de escribir en plan Dakar Revivals, puede que lo haga más veces en lo sucesivo... si tiene aceptación...

martes, 2 de junio de 2009

Afroflamenco en Dakar




Jo, en serio, como mola como se lo están currando ultimamente los de la embajada de España en Senegal en lo que a temas culturales se refiere... desde que me vine me llegan cosas de lo que se hace en Dakar muy interesantes.



Enlaces externos
Información completa sobre el festival

martes, 19 de mayo de 2009

Fotos con Macu








Las subo más que nada para no perderlas, que me conozco... las he pillado de su Flicker... qué recuerdos... ni comento...

viernes, 15 de mayo de 2009

Tormenta de arena

No sé si os acordáis de cuando hablé de mi viaje a Casamance con Ana, Coqué y Melencha, que comenté que había una tormenta de arena tremenda, que no se veía ni el sol. Pues resulta que hoy, mirando la galería de fotos de la ESA, me encontré esta foto, precisamente de ese día, el viernes 28 de marzo de 2008, el día en que cogimos el barco.


Fuente: ESA




Como dato, os diré que en toda la galería sólo hay 3 fotos de tormentas de arena (esta, una del Golfo de Persia y una de Pekín); y sólo 5 en las que aparezca Senegal. O sea, que muy frecuente no debe de ser. Al final va a ser que sí que viví en primera mano un evento histórico.

martes, 5 de mayo de 2009

Senegal Fast Food - Manu Chao con Amadou y Miriam

La de veces que he podido oir hablar de esta cancion durante mi estancia en Dakar... pues soy tan vaga que no la busqué nunca hasta hoy. Mal por mí, porque realmente mola que te cagas.




Enlaces externos
Manu Chao
Amadou & Miriam

domingo, 3 de mayo de 2009

La punta del iceberg

Porque una imagen vale más que mil palabras
Porque el leit-motiv de este blog sigue siendo África
Porque sí tienen motivos, y es nuestra culpa
Porque me vino hoy a la mente este póster que tenía Oier en casa


Viñeta de "El Roto"

lunes, 2 de marzo de 2009

Música para nostálgicos

El otro día me dio por revivir una de las facetas de mi estancia en Dakar: escuchar Radio France International, y hete aquí que pusieron una canción que no había escuchado nunca, aunque por lo visto sonó mucho en Francia, y que me encantó: Ulysse, de Ridan. Muy a propósito, además, con la temática predominante del este blog. Todo aquel que haya pasado tiempo lejos de su casa, se sentirá, de algún modo, identificado. Aquí la podéis escuchar vía Goear, en YouTube podéis ver el vídeo (enlace al final), que es chulísimo, pero no lo he podido incrustar. También os dejo la letra traducida y un enlace a la original, en francés.




Letra traducida
Feliz que, como Ulilises, ha tenido un buen viaje,
O como aquel que ha conquistado el Vellocino,
Y después ha regresado, lleno de uso y razón,
A vivir entre sus semejantes por el resto de su vida!

Cuando volveré a ver, ¡ay!, de mi pequeño pueblo,
Brotar humo la chimenea y en qué estación?
Cuando volveré a ver de mi pequeño pueblo,
Brotar humo la chimenea y en qué estación?
Cuando volveré a ver?
Cuando volveré a ver?

Volveré a ver el cerrado de mi pobre casa
que para mí es una provincia, y mucho más?
Me gusta más la sala construida por mis antepasados
Que los palacios romanos de fachada audaz,
Más que el duro mármol me gusta la pizarra fina,
Más mi Loira Galo que el Tíber latín,
Más mi pequeño Liré que el monte Palatín,
Y más que el aire marino la dulcura angevina.

Cuando volveré a ver de mi pequeño pueblo,
Brotar humo la chimenea y en qué estación?
Cuando volveré a ver?
Cuando volveré a ver?

He cruzado los mares con la fuerza de mis brazos
Solo contra los dioses, perdido en las mareas
Atrincherado en una cala, y mis tímpanos perforados,
Para nunca más oír las sirenas y sus voces.
Nuestras vidas son una guerra en la que depende de nosotros
Confiar en nuestra suerte, dar con la elección acertada,
De fiarnos de nuestros pasos, y de toda esta agua que duerme,
Que ensucia nuestros caminos, dicho sea, pavimentados de oro.

Cuando volveré a ver de mi pequeño pueblo,
Brotar humo la chimenea y en qué estación?
Cuando volveré a ver?
Cuando volveré a ver?
Cuando volveré a ver?
Cuando volveré a ver?
Cuando volveré a ver?



Enlaces externos
Ver el videoclip en You Tube
Letra en Francés

domingo, 8 de febrero de 2009

Dakar según Nettie

Nunca vi la película El color púrpura. El libro lo había leído hace años, y recordaba que me había gustado, pero no gran cosa sobre la historia en sí. Lo releí hace como un mes, siguiendo un impulso poco habitual en mí, que casi nunca repito lecturas. Y esta vez no sólo me encantó, sino que me llegó a ese sitio profundo a donde sólo algunos pocos libros te llegan a lo largo de tu vida. La sensación fue increíble, es una lástima lo poco probable que es que cualquiera que lo lea siguiendo mi consejo vaya a sentir lo mismo. Un libro nunca es lo mismo leído por dos personas distintas, ni siquiera por la misma persona en dos momentos diferentes de su vida.

Y dicho esto, lo que quería poner aquí es una transcripción de un texto: la descripción de Dakar, o mejor dicho, de los negros de Dakar, que hace Nettie, la hermana de la protagonista, en una carta a ésta.

La capital de Senegal es Dakar, y allí la gente habla su propia lengua, que supongo que lo llaman senegalés, y francés. Nunca había visto gente tan negra, Celie. Son negros como como esos que te hacen decir: "fulano, de tan negro, es azul". Y brillan, de puro negros. Como dice la gente de nuestra tierra, Celie, trata de imaginar toda una ciudad llena de negros azulados, con trajes azul eléctrico con dibujos como los de las colchas. Altos, delgados, de cuello largo y espalda recta. ¿Te haces una idea, Celie? Y es que me parecía que estaba viendo negros por primera vez en mi vida. Y es algo fantástico. Porque el negro es tan negro que hace que se te nuble la vista. Y ese brillo, luminoso como de luna, parece fosforescente incluso a la luz del sol.
Pero, en realidad, los senegaleses que vi en el mercado no me gustaron. Sólo les interesaba la venta de su mercancía. Si no les comprabas se desentendían de ti como de los franceses blancos que viven aquí. No sé por qué yo no esperaba ver blancos en África, pero los hay a bandadas. Y no todos son misioneros.

Hale, ahí queda eso. A quererse unos a otros y hasta el próximo post.

viernes, 30 de enero de 2009

Entre Dieu et Satan

Estoy leyendo este libro. Me cuesta leer en francés, pero bueno, voy avanzando a razón de dos o tres páginas al día. Calculo que a este paso lo terminaré por el 2010, pero bueno, mientras me guste merece la pena.

Y nada, que os lo comento por mantener un poco vivo el blog, y también para recomendároslo a los que halláis llegado hasta aquí porque os interese Dakar o Senegal. En este libro se retrata la sociedad senegalesa, es una historia familiar, y a mí me está gustando mucho leerlo. Si tal ya os volveré a contar cuado lleve más leído.

Lo compré en el aeropuerto de Dakar, por cierto.