Tengo el blog un poco abandonado, supongo que escribiré más una vez en destino. Vosotros no desesperéis, que espero que mi vida se torne interesante antes o después.
De momento estoy con un estrés de la leche. En el trabajo, quiero dejar lo más cerrados posible un par de proyectos, y voy mal de tiempo. Con respecto al viaje, tengo que hacer un montón de preparativos: vacunas, pasaporte, informarme... incluso aprender algo de francés. Y por si todo eso fuera poco, se me acaba dentro de dos días el contrato del piso, y yo sigo en Coruña 17 días más, así que tengo que embalar todas mis cosas, que no son pocas -no entiendo como podía tener tantos trastos en una habitación tan pequeña-, y disponerme a vivir de prestado un tiempo. También he flipado con la cantidad de cosas prestadas -y regaladas- que tengo. Pequeños trozos de mis amigos en mi vida. Asusta pensar que durante un año entero no estarán tan cerca, pero estarán ahí. Les echaré de menos, pero, aún así, la verdad es que esta aventura me ilusiona un montón. Espero que todo salga a pedir de boca, y vosotros que lo leáis.
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