Comentaba que llevo unos días con algo de "morriña" de la comida senegalesa. La verdad es que allí no comía comida local muy a menudo, sobre todo porque los restaurantes con las mayores garantías higiénicas eran de otras nacionalidades, como franceses o libaneses. Durante toda mi estancia he tenido la tentación de comer en las "Tanganas", los puestos de comida de la calle, donde por aproximandamente 1€ podías comer un plato, pero el miedo al tifus y el cólera, a pesar de estar vacunada, me pudieron y no llegué a hacerlo. Y me arrepiento un poco...
Así que prácticamente sólo conozco de la gastronomía Senegalesa lo más conocido. En posts próximos os hablaré del plato nacional, llamado Ceebu djen (arroz con pescado) y otros platos y cosas interesantes sobre los alimentos, pero hoy os traigo el que sin duda fue mi plato favorito durante mi estancia en el país: la yassa.
Yassa es, en realidad, una forma de cocinar que sirve para varios tipos de alimentos. Las variantes que yo conozco son yassa poisson (de pescado), yassa poulet (de pollo) y yassa crevettes (de gambas). De pescado no estoy segura de haber probado, pero el de pollo era prácticamente lo único que le pedía a Jacqueline (mi bonne) que me cocinase, una vez cada 15 días o así, y cada vez que tenía visita. En cuanto a la de gambas, era lo que pedía cada vez que íbamos al Point d'Interrogation, el restaurante de comida local más conocido de la ciudad de Dakar (Lonely Planet mediante).
El otro dia me dio la locura de intentar cocinar yo alguno de los platos de comida senegalesa... habiendo internet todo es posible. Y así fue como hice el yassa crevettes que tanto echaba de menos. La receta es esta, traducida e interpretada (y sin ensalada).
Ingredientes |
Preparación:
- Pelar los gambones dejando la cabeza y el rabo.
- Preparar un majado de ajo y pimienta molida y mezclarlo con el zumo de los limones.
- A la mitad de esa mezcla, añadirle una cucharada de mostaza y mezclar bien.
- Macerar los gambones en la mezcla de limon, ajo, pimienta y mostaza. Añadir sal.
- Freír los gambones macerados en un dedo de aceite caliente.
- Picar la cebolla y mezclarla con el resto de la mezcla de limón con ajo y pimienta.
- Cuando los gambones estén dorados, retirarlos del aceite y, en el mismo, sofreír la cebolla.
- Cuando la cebolla esté dorada, añadir un vaso de agua y, si se desea, una cayena y una cucharadita o dos de mostaza. Mezclar bien y reducir un poco.
- Probar la salsa y ajustar de sal.
- Incorporar de nuevo los gambones y reducir hasta que la salsa tenga la textura deseada.
- Servir con arroz blanco
Humeante y delicioso (el resultado fue mejor incluso de lo que me esperaba) |
No hay comentarios:
Publicar un comentario