Mañana de buena mañana nos vamos a Casamance, en avión. Eso está bien porque no sufre la espalda y además le ganas dos días al viaje (uno para ir y otro para volver), pero claro, también te pierdes la belleza del camino.
Bueno, el plan es un poco improvisado, pero pinta guay. Tendremos base en Oussouye, donde vive una amiga mía que ya nos ha dado mil ideas por ahí, y varios teléfonos de su gente de confianza. Espero ver plantar arroz, hacer cestas de cuerda y cerámica, quizás un combate de lucha, hacer excursiones a pie y en bicicleta, ver la fastuosa naturaleza de la zona, playa... veréis que bien.
Mientras esté allí, no sé si voy a poder cumplir un post al día, pero lo intentaré, ¿vale?
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