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viernes, 18 de julio de 2008

MEMEces expatriadas Vol. I - Lo que odio de Dakar

Técnicamente, esto no es un MEME, pero tiene un regustillo, porque lo estoy escribiendo inspirada por algo que leí en otro blog: el de Alberto Moreno, mi homólogo en Ho Chi Ming City (Vietnam).

Pues se trata de decir qué cosas detesto de la ciudad que me acoge... por descargar un poco de furia, más que nada.

Cosas que odio de los senegaleses
Bueno, ya sé que no son TODOS, pero la proporción es tan alta...
- Que se crean que por ser blanca estoy forrada, y que intenten aprovecharse de ello, y que eso evite que se pueda tener una relación de amistad normal con un senegalés.
- Que todos los tíos de Senegal se quieran casar conmigo, no por buena (que lo soy) ni por guapa (que no lo soy), sino por mi nacionalidad (y/o por mi supuesto dinero).
- Que no piensan ni tienen ningún cuidado con nada, y así puedes tener una puerta con el resbalón al revés, un 80% de taxis en circulación con una media de tres tuercas por rueda (que claro, luego se desmontan en ruta), un pestillo inutilizado por la pintura, y un largo etcétera de despropósitos... incluido el típico "tío colgado de ventana arreglando aire acondicionado".
- El ritmo senegalés o, en gallego, zángallo-mángallo, que me pone nerviosiosísima. ¿cómo se puede tardar 15 minutos en escribir una factura con cinco ítems? (Respuesta: tardando 3 minutos por línea, claro, es como la de "-¿como se meten cinco elefantes en un seiscientos? -Dos delante y tres detrás".
- Que se cuelen sin ningún tipo de miramiento en cualquier tipo de cola (supermercado, autobús, entrada de concierto...). Es para lo único que están ágiles los #%$@~#@~&!!
- Que me aborden por la calle, para lo que sea (vender, pedir, timar, meter la mano en el bolsillo...), no importándoles si estoy hablando con alguien, impidiéndome caminar normalmente, sacándome de mi abstracción si es que algún día la tengo...
- Que me llamen racista o mala persona a la primera de cambio. "¿Pero racista de qué? Racista tú, ¡que está la calle llena de negros y sólo me das la chapa a mí!".

Cosas que odio en la calle
- Que las aceras estén llenas de coches y de puestecillos que las hacen impracticables.
- Que la calzada, que te ves obligado a caminar por ella dado que las aceras están tomadas, esté llena de agujeros.
- En general, que la ciudad es una pura gymkana: esquiva coche, salta bache, culebrea, manda a la mierda al vendedor de camisetas que lleva media hora dándote la chapa impidiéndote el paso con la camiseta más fea del mundo...
- Que los coches no paren en los pasos de cebra, o si paran que lo hagan habiendo acelerado hasta el último centímetro, de modo que tú seguías tontamente en la orilla hasta que se para y te hace seña desde la ventanilla para que pases, como si fueras tonta.
- Que las glorietas y cruces en general sean el caos.
- Que hagan doble y triple carril donde no lo hay, y que culebreen y se peguen unos a otros, empeorando el atasco y chocándose exageradamente a menudo (lo que me devuelve al punto tercero del epígrafe anterior: ¿cómo pueden cuidar tan poco los coches? sobre todo los taxis, que son su medio de vida, no lo entiendo).


Cosas que odio de los taxis
- Tener que negociar el precio antes de subir y que por ser blanca me digan, invariablemente, el doble o más del precio normal por la carrera (véase el punto uno del primer epígrafe). Y tener que tener yo cambiado el precio exacto para evitar que me hagan la anchoa con el cambio.
- Que se empeñen en correr como si se hubiesen dejado la olla al fuego, y en culebrear, y en pegarse a los otros coches y, en general, hacer jaimitadas que sólo le llevan a gastar más gasolina, con lo cara que es, y ahorrar como mucho un minuto de tiempo.
- Que, cuando ya hemos acordado un precio, y ya estamos en marcha, se pongan a dar por saco con que si es poco, que si el precio del petróleo, que si su señora madre... "Macho, si no estabas de acuerdo, no haber aceptado, ¡cállate ya!".
- Que me piten por la calle cuando pasan, o me llamen a los gritos, a ver si quiero que me lleven, como si fuera idiota y no supiera, si lo quisiera, buscarlo yo solita. "No me taladres, leñe, ¿que nunca has visto a una blanca caminando?". Yo por norma nunca voy en un taxi que me haya llamado él a mí, si todo el mundo lo hiciera así perderían el vicio, supongo.

Cosas que odio de bares y restaurantes
- Que tengan una carta de cuatro páginas pero que a la hora de la verdad pidas y no tengan la mitad de las cosas.
- Que tarden una hora en servirme, pero me quiten el plato de delante en cuanto lo dejo vacío, que me da la impresión de que me echan.
- Que el aire acondicionado esté a todo trapo, que te mueres de frío dentro y al salir el calorazo te pega una patada de kárate en el estómago.
- Que me digan que no tienen cambio cuando no es cierto ("y aunque lo fuese, vete a buscarlo, digo yo").
- Que pidas "cerveza fría" y te traigan "pis de burra".



Bueno, no se me ocurre nada más... y tampoco se vaya a ofender nadie (Ibra, sé que a veces me lees, no te lo tomes a mal, tú me caes bien), que esto son cosas que me fastidian mucho, pero todo tiene su parte positiva, y lo que hace esto es que luego a poco que alguien sea medio normal hasta te emocionas. Y que yo soy una quejica, ¡pero bien a gusto que he estado estos 9 meses! La verdad es que cada vez estas cosas me afectan menos, pero lo no me cabe en la cabeza es que no se dén cuenta, o peor, que no les importa nada un carajo.

6 comentarios:

Javier I. Sampedro dijo...

Tan pesados son por la calle para venderte cosas? tendrias que estar por Pekin, para que veas en los sitios que venden fake, hasta te agarran del brazo y te meten dentro de las tiendas, exagerao.. jeje.

Pero bueno, a pesar de las "dificultades" parece que tu vida por alli no esta tan mal no? :)

Pepa dijo...

Naa, qué va, mi vida por aquí superbien, la verdad. Estas cosas aprendes a que te dén un poco igual, a pegar los cuatro ladridos de turno en el momento, y a otra cosa. Y sí que son pesaos, unos más y otros menos, claro, pero seguramente los chinos sean peores. Lo que más me jode de todo, y me he olvidao de ponerlo en el post, es acabar una discusión del tipo "que no quiero la maldita camiseta, leñe, déjame en paz" llevándome un "racista" por el morro, "¿pero cómo que racista? Racista tú, $%#$@#~€, que está la calle de bote en bote ¡y vienes a darle la murga a la única blanca!".

belenmadrid dijo...

lo peor, lo de la cerveza, jeje

por cierto, cené con brujita, lorec y su hermana, y con itaca, todas de ciao, nos acordamos de ti! besos

Pura dijo...

Me ha gustado tu post, así cuentas cosas que normalmente no salen en los blogs, porque tienden a ser "pretty".

Mira que aun así me da que tú estás encantada con tu país y anda que no tengo ganas de que nos tomemos una cerveza a la vuelta (estrella gailcia hasta llegar a fase 7???)

rubén dijo...

Todos nos quejamos, aunque en el fondo pesan más las cosas buenas, ¿verdad?
El último párrafo se sale...
Besiñooooos, qué poco te queda ahí!
Rubén.

Anónimo dijo...

"El miedo es el camino hacia el Lado Oscuro, el miedo lleva a la ira, la ira lleva al odio, el odio lleva al sufrimiento. Veo mucho miedo en ti"
(Yoda)

No puedo evitar sonreir cuando leo el post. Aquí en Guatemala pasa prácticamente igual en todo lo que cuentas. Desde que ser español, hablar español "original" y trabajar en la embajada supone triunfar a donde vayas :P... hasta lo del pis de burra, pasando por los sablazos que nos meten por el hecho de tener una cara de Europedos que tira de espalda. La única diferencia, que aquí son latinos y allá africanos.. que allí como mucho usarán los machetes para cortar troncos y aquí usan machetes y armas de fuego para cortar vidas...

Illa, disfruta de cada segundo lo que te queda por allá. Imagino que, como para mí, será algo irrepetible!!

Un abrazo