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sábado, 9 de febrero de 2008

Un día en la lucha

En el mes de enero tuve, temporalmente, un compañero de piso italiano llamado Edmondo. Es un gran aficionado a la lucha y me contó que en Italia hacía lucha grecorromana. Una de las primeras cosas que ha hecho en Senegal creo que ha sido comprarse el diario de la lucha senegalesa. Por cierto, es curioso que haya un diario (diario: que sale "todos" los días) dedicado exclusivamente a la lucha, ¿verdad?
Entre eso y que yo ya sabía (gracias a la Lonely Planet, que no falte) que la lucha senegalesa es una de las cosas que hace falta ver en Senegal, el día que me dijo que quería ir a verla me animé a ir con él.

El espectáculo era en el Estado Leopold Sedar Senghor, en Medina, el barrio más antiguo de Dakar, y uno de los más populares, también el que se considera más peligroso, aunque por lo que yo he visto es perfectamente tranquilo. Empezaba a las 17:00h. Llegamos con cinco minutejos de adelanto, compramos nuestras entradas de tribuna (1.500FCA por barba, esto es, 2,25€) y tomamos asiento en un lateral.

Cuando llegamos no quedaban programas, pero pudimos ver el de nuestro compañero de alante.




El recinto era una pista pequeña, como de balonmano, o futbol sala, o algo así, al aire libre. En medio habían delimitado un rectángulo con sacos de arena, y lo habían cubierto con una capa de arena también.




Los combates tardaron bastante en empezar, pero en realidad lo importante aquí, para mi gusto, es toda la parafernalia previa. Durante todo el tiempo, están tocando los tambores, y gente bailando mbalax, demostrando así su alegría y la energía con la que animan a sus ídolos.






Mientras tanto, los luchadores calientan, bailan también, y hacien sus ritos ancestrales, que se supone que les ayudan a ganar y les protegen. La verdad que merece la pena verlo.











Los combates en sí son rapidísimos, en cuestión de un minuto, listo. Pierde el primero que toca el suelo con la espalda. Este tipo de lucha tiene de particular que están permitidos los puñetazos y que también se pueden coger por las piernas. En la grecorromana, no se permiten los puñetazos y solo puedes agarrar por encima de la cintura. Esto todo, según me ha explicado mi compi.











Y algo que me ha encantado ha sido poder disfrutar de una actividad auténticamente senegalesa tranquilamente. El estadio, como digo, estaba en un barrio supuestamente chungo, y yo iba pensando que me iban a dar la lata, pidiéndome cosas, intentando vender, etc... Pues para nada. Gratísima sorpresa de poder ir como si no fuese toubab.

Este era el único blanco aparte de nosotros dos:




Y este un anciano la mar de simpático que, sin hablar ni una palabra, nos explicaba quién era quién señalando en el programa, y se le veía supercontento de que los europeos se interesasen por sus costumbres.




Si es que no faltaba de nada... prensa, vigilancia, afición, música...




Así que probablemente repita, porque me ha encantado.




2 comentarios:

Septem Trionis dijo...

Desde luego, es por lo que valen la pena estos viajes .. me alegro de que por mucho que las guias hablen de "barrios chungos" las cosas en la practica sean tan normales.

TXIQUI dijo...

Madre mia.. si lo veo no lo creo!! Bueno.. mira, mientras luchen personas todo va bien.. otra cosa seria que me fueras a ver peleas de perros o cosas de ese estilo. Tachame de histerica o llamame Brigitte Bardot como algunos, pero es que se supone que si dos personas luchan es porque quieren.. a los animales los obligan.. Y digo se supone.. eh? no lo se a ciencia cierta.. si esos dos musculados peleaban por gusto..