De esto hablé aquí |
Como véis, impera el caos. Entrar ahí es entrar en un territorio hostil para el que hay que estar prepadado; en cuantro te ven, hordas de senegaleses te rodean, unos apremiándote, otros discutiendo entre ellos a ver cuál se te va a quedar, otros ofreciéndote cosas a vender... la verdad es que no me resultaba nada agradable, me daba mucha tensión... pero también es cierto que cuando volví a España, y tuve que esperar una hora a solas en la estación de autobuses de Ferrol en domingo y por la mañana (parecía aquéllo una ciudad fantasma) lo eché de menos...